El italiano venció al “Argentinosaurio” Cerúndolo en un partido con más rugidos que pelotas buenas. El público festejó como si fuese la final. Y por un rato, Roma fue más naranja que el Vesubio.
El italiano venció al “Argentinosaurio” Cerúndolo en un partido con más rugidos que pelotas buenas. El público festejó como si fuese la final. Y por un rato, Roma fue más naranja que el Vesubio.
* 108 *