
SportJournal.pictures
Londres, 13/07/2025.
Sobre el césped inmaculado del All England Club, bajo un cielo británico sin sorpresas (gris, pero dramático), Jannik Sinner puso fin a la hegemonía de Carlos Alcaraz en Wimbledon y levantó, por primera vez en su carrera, el trofeo más codiciado del tenis sobre hierba. Fue 4-6, 6-4, 6-4, 6-4 en tres horas y media de tenis quirúrgico, emocional, y por momentos, verdaderamente imperial.
🎾 Primer acto: Alcaraz golpea primero
Como si aún viviera en la gloria de 2023 y 2024, Alcaraz entró al partido con su estilo característico: explosivo, variado, casi insolente en confianza. El primer set fue suyo, 6‑4, y muchos pensaron que la historia se repetía. Pero al otro lado de la red, Sinner tenía otros planes. El italiano no estaba allí para participar de la trilogía: venía a reescribir el guión.
🔄 La ingeniería de la revancha
A partir del segundo set, el partido cambió. Sinner dejó de perseguir a Carlitos y comenzó a anticiparlo.
Con saques venenosos, derechas profundas y una frialdad que haría sonrojar a un robot del VAR, el número uno del mundo empezó a dominar los intercambios largos, a quebrar el ritmo y, sobre todo, a quebrar el servicio del español cuando más dolía.
Ganó el segundo, tercero y cuarto set con un idéntico 6‑4, como si quisiera dejarle grabado el marcador en la memoria a su rival. Ni un punto de más, ni un gesto de más. Solo tenis puro.
🧠 Inteligencia, no músculo
Alcaraz, que suele desbordar a sus oponentes con talento y empuje, esta vez se encontró con un muro táctico y emocional. Sinner no solo fue el jugador más sólido: fue el más preciso, el que menos dudó, el que transformó el césped en ajedrez y no en batalla de gladiadores.
El italiano jugó el partido de su vida. El murciano, uno de sus mejores. Pero esta vez, no alcanzó.
🥂 Wimbledon habla italiano
Con esta victoria, Jannik Sinner se convierte en el primer italiano en la historia en ganar Wimbledon, agrandando su leyenda y consolidando el liderazgo que le otorga el ranking ATP. Es su cuarto Grand Slam, pero quizás el más simbólico. Porque este no es solo un trofeo: es la certificación de que el reinado de Alcaraz ya tiene contrapeso, y el tenis moderno, su gran rivalidad.
En el palco, la bandera tricolor flameó tímidamente entre los blazers. En la cancha, Sinner miró al cielo, se arrodilló sobre el césped… y sonrió como si toda su carrera hubiese desembocado en ese momento.
📝 Lo que queda
Alcaraz no pierde más que un partido. Pierde el monopolio. Y eso, en un deporte de élites, es lo más saludable que puede ocurrirle al espectáculo.
El tenis ya no tiene un heredero. Tiene un duelo.
©2025 “Pepe Fuera de Juego” – All Rights Reserved Copyright © 2025 SportJournal.pictures / SalaStampa.eu, world press service Guzzo Photos & Graphic Publications – Registro Editori e Stampatori n. 1441 Torino, Italia